Vídeo, 1':15", 2011.
“Una vez que el transretrato que se nos ha impuesto es un transrelato de la euforia veintenaria y la lozanía felicitaria de la publicidad inalcanzable. Una vez que hemos definido la tiranía del vaciamiento del lenguaje y nos hemos pseudoconcienciado con el otro retrato que se nos ofrece; documental, dramático, y psicologizado por la alarma, el trauma o la muerte; sólo cabría decir que el retrato, tal y como lo conocemos hoy, es una burla falsaria, parásita, y clónica. El retrato ha perdido la singularidad en aras de la generalización del absurdo, del exceso y la desproporción de la hipermarca. Estos 1.080 segundos de retrato se matematizan, se estructuran en códigos o franjas temporales discontinuas que desplazan lúcidamente el tiempo del metrónomo y nos muestran no ya la disfunción sino la difuminación propia del concepto y la acción contemporáneos del retratar. De ahí que, como señalara Sloterdijk, nos encontramos con la imposibilidad baconiana de completar el retrato del hombre.” Texto: Dionisio González.